Tanques israelíes han entrado en el norte de la Franja de Gaza en una operación que las autoridades militares describen como una incursión "selectiva" previa a una potencial invasión terrestre de mayor escala. Esto sucede después de que Israel haya estado bombardeando de manera continua el enclave palestino por aire, tierra y mar durante 20 días consecutivos. El número de palestinos fallecidos a causa de estos ataques supera los 7,000, incluyendo a más de 2,900 niños.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina ha compartido sus escasos suministros de combustible para mantener funcionando equipos médicos críticos y asegurar la distribución de ayuda humanitaria. Una portavoz de la agencia se ha planteado la difícil decisión de si destinar los suministros a incubadoras o a panaderías, ilustrando el dramático dilema que enfrentan.
El miércoles, la organización Oxfam acusó a Israel de utilizar deliberadamente el hambre como arma contra los 2.3 millones de habitantes de Gaza. La directora regional de Oxfam para Medio Oriente expresó su indignación ante la situación, preguntando dónde queda la humanidad en este conflicto. Millones de civiles sufren un castigo colectivo a plena vista, y no hay justificación alguna para utilizar el hambre como un medio de guerra.
Con Información de Democracynow.org