La situación en Gaza es desgarradora. Las noticias que llegan desde el asediado territorio palestino son cada vez más devastadoras a medida que Israel continúa con su ofensiva militar, que ya lleva seis días, con bombardeos aéreos y de artillería. La crisis humanitaria en Gaza se está agravando a un ritmo alarmante, y la comunidad internacional no puede quedarse en silencio.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, los ataques israelíes han cobrado la vida de más de 1.350 palestinos y han dejado a más de 6.000 heridos. Entre los fallecidos, más de 320 son niños y niñas. Cada uno de estos números representa una tragedia humana inimaginable, y detrás de cada estadística hay un nombre, una familia y una comunidad destrozada.
El testimonio de Azaam Shamiya, un habitante de Gaza, es un recordatorio impactante de la realidad que enfrentan las personas en medio de este conflicto. Abandonar sus hogares con la esperanza de regresar en una hora, dejar atrás sus pertenencias, alimentos y pertenencias personales, solo para encontrarse ahora sin un lugar donde vivir, sin acceso a alimentos, agua o electricidad. Las familias buscan desesperadamente comida entre los escombros, y la situación se torna aún más desesperada para los niños que no entienden por qué sus vidas han sido trastornadas de esta manera.
La respuesta de Israel a la crisis es profundamente preocupante. El ministro de Energía israelí ha declarado que no permitirá el ingreso de recursos esenciales ni ayuda humanitaria a Gaza hasta que se libere a los rehenes tomados en un ataque reciente. Esta política está exacerbando una crisis humanitaria ya catastrófica.
La falta de electricidad en Gaza está afectando gravemente a los hospitales, poniendo en peligro la vida de recién nacidos en incubadoras y pacientes de edad avanzada que dependen de suministros de oxígeno. Las diálisis renales se han suspendido, y los hospitales podrían convertirse en morgues si la electricidad sigue siendo escasa. Esta es una situación inaceptable.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos ha informado que cientos de miles de palestinos se han visto obligados a abandonar sus hogares en toda la Franja de Gaza debido a los bombardeos. Además, los ataques israelíes han causado la muerte de nueve miembros del personal de la ONU y han dañado 18 escuelas que se utilizaban como refugios improvisados. Incluso la sede de la agencia de la ONU en Gaza ha sido alcanzada por un ataque israelí.
La comunidad internacional debe actuar de inmediato para poner fin a esta crisis y garantizar la seguridad y el bienestar de la población en Gaza. Es fundamental un llamado a un alto el fuego inmediato y a la reanudación de las conversaciones de paz. Ninguna causa puede justificar el sufrimiento humano que estamos presenciando en Gaza. La paz y la compasión deben ser nuestra guía en estos momentos oscuros.
Con Información de Democracynow.org
