El juego se pone cuesta arriba para los más pobres
Los recortes sociales no hacen ruido, pero su impacto es devastador. No se ven en la televisión como un gol, un jonrón o una jugada de fantasía, pero sí se sienten en el estómago vacío y en la cita médica cancelada.
El nuevo proyecto de presupuesto aprobado por los republicanos en la Cámara de Representantes propone recortar más de 1 trillón de dólares en los próximos 10 años. Y lo peor: apunta directo a los programas de salud y alimentación que sostienen a millones de familias de bajos ingresos.
Luis Mayobanex Rodríguez, líder comunitario dominicano en EE. UU., lo califica sin rodeos: “Es una daga envenenada en el corazón de nuestras comunidades.”
Salud y comida en peligro
El plan contempla un recorte de US$880 mil millones solo en el área que cubre Medicaid, el programa que da cobertura médica a más de 80 millones de personas en EE. UU. Si se aprueba, 15 millones perderían esa ayuda vital.
Y como si fuera poco, otros US$230 mil millones serían cortados al programa de Cupones de Alimentos, dejando sin apoyo a unos 9 millones de personas.
Este programa no solo combate el hambre. También es uno de los recursos más efectivos para reducir la pobreza. Cortarlo sería cerrar la puerta a millones que apenas sobreviven.
Para los dominicanos en EE. UU., el golpe será doble. En esta comunidad, uno de cada cinco vive en pobreza. Y entre los inmigrantes en general, la pobreza ronda el 14%.
Armas sí, comida no
Mientras se recortan derechos humanos básicos como salud y alimentación, el presupuesto asigna US$850 mil millones al Departamento de Defensa. El mensaje es claro: hay dinero para las guerras, pero no para la gente.
Mayobanex lo resume con claridad: “Este ataque exige organización. Tenemos que unirnos y defender lo poco que nos queda.”
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