La ley de reciprocidad, aprobada este mes por el Congreso brasileño y sancionada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, entró en vigor este lunes. Esta normativa permitirá al gobierno tomar medidas contra países o bloques que impongan barreras unilaterales a productos brasileños.
La ley fue diseñada como respuesta a la creciente tensión comercial global, especialmente tras el endurecimiento de las políticas arancelarias por parte de Estados Unidos. Durante el mandato de Donald Trump, Washington intensificó una guerra comercial contra diversas naciones, con un enfoque especial en China. Sin embargo, Brasil también se ha visto afectado.
Exportaciones brasileñas en riesgo
Recientemente, Estados Unidos impuso un arancel del 10% sobre todos los productos brasileños exportados, salvo el acero y el aluminio, que enfrentan un recargo del 25%. Esto perjudica directamente a las empresas brasileñas, que son las terceras mayores proveedoras de estos metales al mercado estadounidense.
Con la ley de reciprocidad en vigor, el gobierno de Lula busca proteger a los sectores más afectados y enviar un mensaje claro: Brasil no aceptará barreras comerciales injustas sin tomar represalias.
Se espera que la aplicación de esta normativa influya en futuras negociaciones internacionales y obligue a otros países a reconsiderar medidas restrictivas hacia el país sudamericano.
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