José Mallén Calac y Audo Vicente, enfrentando las limitaciones presupuestarias comunes a los gerentes de la Lidom, observaron con impotencia cómo el equipo japonés de béisbol, Orix Buffaloes, recibirá una compensación de 50 millones de dólares por permitir que el lanzador Yoshinobu Yamamoto se uniera a los Dodgers de las Grandes Ligas.
Desde 1967, los clubes japoneses han regulado la salida de jugadores bajo contrato hacia la MLB, siguiendo un modelo similar al del fútbol, con diversas actualizaciones a lo largo de los años.
Mallén Calac, vicepresidente de las Estrellas, presenció cómo el relevista Jefry Yan dejó el equipo después de firmar un contrato en diciembre con los Leones de Seibú en Japón, por un año y 500 mil dólares garantizados, con la posibilidad de llegar a 800 mil dólares con incentivos.
Vicente, al igual que los numerosos fanáticos azules, asimiló sin ninguna compensación la noticia de que Mel Rojas Jr. regresaba al béisbol de Corea del Sur (KBO) con los KT Wiz, por un contrato de 900 mil dólares.
A diferencia de la NPB y la KBO, que tienen un control de nueve y siete temporadas sobre sus jugadores, respectivamente, la Lidom aún no ha implementado regulaciones similares.
Vitelio Mejía, presidente de la Lidom, expresó: «Es un tema que se ha discutido en detalle con los directivos de Fenapepro y tenemos la disposición de formalizarlo al término de esta temporada». Añadió que la junta de directores ya aprobó las condiciones de un posible acuerdo beneficioso para equipos y jugadores, y ahora es necesario avanzar en las conversaciones con Fenapepro.
En 2021, antes de firmar el acuerdo de trabajo entre Lidom y Fenapepro hasta 2026, ambas partes estuvieron cerca de establecer un marco que compensaría a los equipos, el sindicato y la Lidom ante situaciones como las de Rojas y Yan.
Los clubes asiáticos estaban de acuerdo en un esquema de compensación: si el contrato de un jugador dominicano les exigía detener su participación y garantizaba al menos 300 mil dólares, el club debía abonar 5 mil dólares a las partes dominicanas (club, liga y gremio). La escala aumentaba según el monto, con un tope de un millón de dólares que requeriría un pago de 25 mil dólares.
A pesar de la disposición de los clubes asiáticos, la falta de unanimidad entre los equipos impidió que se materializara este acuerdo. Una voz de último momento argumentó que esto podría generar descontento entre los jugadores, frustrando así el proceso, según fuentes cercanas a las negociaciones. El borrador incluía incluso la posibilidad de que jugadores como Sócrates Brito, quien renovó su contrato en Corea del Sur, pagaran por su continuidad.
Con Información de Diario Libre
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