La administración del gobernador Gavin Newsom ha presentado su decimocuarta demanda contra el Gobierno federal, esta vez en rechazo a los aranceles de Trump, una política comercial que ha desatado preocupación en sectores clave de la economía californiana.
“Somos la quinta economía mundial y el estado que más sufrirá por esta incertidumbre tóxica”, declaró Newsom desde el Valle Central, corazón agrícola de California y bastión electoral de Donald Trump. La medida, que impone un arancel del 10% de forma unilateral, ha generado un fuerte impacto bursátil y un ambiente de desconfianza en los mercados globales.
Agricultores, tecnología y manufactura en riesgo
Newsom se presentó junto a productores de almendras, pistachos y lácteos, sectores que dependen en gran parte de las exportaciones. La imposición de nuevas tarifas por parte de socios comerciales como Canadá —que aplicará un arancel del 25% a productos estadounidenses valorados en 30.000 millones de dólares— amenaza con reducir la competitividad de los productos californianos.
“El agro local se enfrenta a precios más altos en fertilizantes y aumentos inflacionarios que golpean directamente al bolsillo del consumidor”, advirtió Newsom. La situación preocupa también a la industria tecnológica. El gobernador citó el caso de Nvidia, una de las mayores compañías del estado, que ha perdido más de 5.500 millones de dólares tras la prohibición de exportar chips avanzados a China.
Esto ha provocado una caída del 2% en el NASDAQ, aumentando la presión sobre una región que representa el 14% del PIB nacional y aporta más de 83.000 millones anuales al fisco federal.
California lidera la resistencia judicial
El fiscal general del estado, Rob Bonta, aseguró que “el presidente está actuando nuevamente como si estuviera por encima de la ley”. Sostuvo que Trump viola la Constitución al imponer medidas sin la aprobación del Congreso.
“No tiene la autoridad para imponer estos aranceles”, insistió Bonta. Durante el primer mandato de Trump, California llevó al gobierno federal a los tribunales en 122 ocasiones. Ahora, con la creación de un fondo especial aprobado por el Congreso estatal, la administración de Newsom se prepara para enfrentar nuevas batallas legales.
Curiosamente, incluso dentro del Partido Republicano hay voces críticas hacia la política arancelaria. Bonta citó al senador Ted Cruz: “Los aranceles son un impuesto al consumidor”.
¿Aspiraciones presidenciales detrás de la ofensiva?
Gavin Newsom, cuyo mandato termina el próximo año, ha reforzado sus vínculos internacionales en semanas recientes, reuniéndose con embajadores y líderes regionales de países aliados. El objetivo es claro: tranquilizar a los socios comerciales que temen represalias o aislamiento por parte de Washington.
“Nosotros no los vamos a traicionar, como ha hecho esta administración”, aseguró Newsom.
Mientras se aviva la pugna política y judicial, los aranceles de Trump ya están dejando huella en los bolsillos, las empresas y el futuro económico de un estado que se niega a guardar silencio.
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