Dominicanos brillan. Y no es solo una frase: es lo que ocurrió este martes en las Grandes Ligas. Una verdadera lluvia de batazos de largo metraje protagonizada por peloteros quisqueyanos que dejaron su huella en cada estadio donde vieron acción.
Desde San Francisco hasta Miami, los nombres conocidos volvieron a destacar con fuerza. Juan Soto, con su jonrón número 14, sacudió a los Bravos y dejó claro que su madero está más vivo que nunca. Lo propio hizo Vladimir Guerrero Jr., quien conectó su noveno cuadrangular de la temporada en una actuación de tres hits y tres remolques para los Azulejos.
Jesús Sánchez no se quedó atrás en la fiesta. Su séptimo vuelacercas del año ayudó a los Marlins a castigar a los Filis. Y en Detroit, Wenceel Pérez respondió con triple, cuadrangular y tres empujadas para guiar a los Tigres sobre los Piratas.
Más que números: orgullo
Pero no solo fueron jonrones. Emmanuel Clase se apuntó su salvamento número 15 con Cleveland. Rafael Devers y Willy Adames combinaron batazos clave por San Francisco. Mientras tanto, Luis García, con su sexto vuelacercas, y Junior Caminero, con par de hits, también se hicieron sentir.
La presencia dominicana no es casualidad. Es talento, trabajo, y pasión por un deporte que corre por las venas. Dominicanos brillan, y cada jornada como la de este martes lo confirma: seguimos siendo tierra de peloteros.
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