La tragedia del Jet Set no solo ha llenado de luto a muchas familias dominicanas, sino que también ha generado una profunda reflexión en distintos sectores de la sociedad. Uno de los pronunciamientos más sentidos vino del arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Héctor Rafael Rodríguez, quien pidió no quedarse en el dolor, sino convertirlo en una oportunidad para cambiar como país.
Durante la homilía en la misa de cuerpo presente de Guarionex Estrella, hijo del ministro de Obras Públicas Eduardo Estrella, el religioso expresó que esta tragedia debe sacudirnos y hacernos cuestionar cómo estamos priorizando la vida humana frente al entretenimiento y los negocios.
La vida, por encima de todo
Monseñor Rodríguez fue claro: “Ningún espacio de diversión debe operar sin garantizar plenamente la seguridad de quienes lo visitan. La vida es sagrada y debe estar por encima de cualquier interés económico”. Añadió que situaciones como la ocurrida en la discoteca Jet Set deben llevarnos a revisar las normas de seguridad y, sobre todo, a hacerlas cumplir sin excepciones.
En su mensaje, insistió en la necesidad de contar con espacios que respeten las reglas: salidas de emergencia funcionales, medidas contra incendios, controles de acceso y una capacidad adecuada, de acuerdo con la ley. “El cumplimiento de las normativas no puede ser negociable”, enfatizó.
Además, llamó a fortalecer la cultura de prevención y la responsabilidad ciudadana. “Debemos exigir condiciones seguras, denunciar cuando algo está mal y actuar con conciencia”, expresó.
Justicia y solidaridad
Monseñor Rodríguez también pidió transparencia en la investigación de lo ocurrido, subrayando que se deben establecer responsabilidades si las hay. “La rendición de cuentas es un deber, especialmente cuando hay vidas que se han perdido”, apuntó.
A pesar del dolor, destacó cómo esta tragedia también ha mostrado el espíritu solidario del pueblo dominicano. “Nos hemos unido en el sufrimiento. Que esa unidad sea la fuerza que nos impulse a transformar nuestra sociedad”, dijo, apelando a que el luto dé paso a una conciencia renovada.
El arzobispo concluyó sus palabras con un mensaje de apoyo a la familia Estrella y a todas las personas afectadas: “La fe no nos quita el dolor, pero nos ayuda a sobrellevarlo. Hoy, abrazamos a quienes sufren con nuestra cercanía y oraciones”.
Esta nota fue elaborada con información del periódico La Información.
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