Este artículo describe el caso cuando fui diagnosticado con un hematoma subdural agudo de gran tamaño en el hemisferio cerebral izquierdo, con desplazamiento de la línea media de 1.2 cm. La condición requirió una craneotomía de urgencia para evacuar el sangrado intracraneal. Se detalla el cuadro clínico inicial, el abordaje quirúrgico y la evolución clínica favorable en el periodo postoperatorio.
1. Cuadro Clínico Prequirúrgico
Quien escribe acudió al servicio de urgencias de uno de los hospitales de Waterbury con síntomas compatibles con una lesión cerebral aguda. Entre los signos clínicos reportados se encontraban:
• Dolor de cabeza intenso y persistente
• Posible disminución del nivel de conciencia (según evolución)
• Náuseas o vómitos
• Dificultades cognitivas leves o somnolencia progresiva (según el caso), empañamiento de la visión.
Una tomografía computarizada (CT) del cráneo reveló la presencia de un hematoma subdural agudo en el hemisferio izquierdo, con un grosor de hasta 2.1 cm y un desplazamiento de la línea media de 1.2 cm, lo que indicaba un efecto de masa considerable. Esta situación representaba una emergencia neuroquirúrgica, dado el riesgo de compromiso cerebral severo o muerte, de acuerdo con la explicación médica.
2. Intervención Quirúrgica
Dada la magnitud del hematoma y el efecto sobre las estructuras cerebrales, fui trasladado al hospital San Francis, en Hartford, y sometido a una craneotomía descompresiva izquierda de urgencia. Este procedimiento consistió en:
• La apertura quirúrgica del cráneo sobre el sitio afectado
• La evacuación del hematoma subdural (coágulo y sangre líquida)
• La limpieza del espacio subdural para evitar recolecciones residuales
• La colocación de un drenaje
• El cierre del hueso y tejidos blandos bajo condiciones estériles
De acuerdo con el neucirujano, doctor Spiro DidBron (Neurocirujano) y el doctor Elyias, también neurocirujano, el objetivo principal fue reducir la presión intracraneal, detener el deterioro neurológico y preservar las funciones cerebrales vitales. En ese proceso; ellos descubrieron la lucidez de mi memoria.
3. Recuperación Postoperatoria
Tras la cirugía, fui monitorizado en una unidad de cuidados intensivos y posteriormente trasladado a una unidad de hospitalización regular. La evolución clínica fue notablemente favorable:
• Conservación plena del lenguaje, la comprensión y la movilidad
• Capacidad para caminar, leer y escribir normalmente
• Actividad física progresiva, incluyendo caminatas diarias de 30 minutos
• Sin secuelas motoras, cognitivas ni sensoriales evidentes
No se registraron complicaciones postquirúrgicas mayores. El paciente continúa en seguimiento ambulatorio con neurocirugía y neurología. Hoy tendré la evaluación final.
4. Discusión
Dice el doctor Spiro DidBron que el hematoma subdural agudo es una emergencia neurológica que puede ser fatal si no se trata con rapidez. La craneotomía, indica, permite salvar la vida del paciente y prevenir daños permanentes. En este caso, la detección oportuna, y el manejo quirúrgico adecuado en el estado basal del paciente contribuyeron a una recuperación funcional casi completa en tiempo corto.
5. Conclusión
Este caso clínico refleja la importancia del diagnóstico precoz, es decir a tiempo, la intervención quirúrgica urgente y el cuidado postoperatorio integral en pacientes con hematoma subdural agudo. La experiencia personal como paciente, constituye un ejemplo alentador de recuperación tras una afección potencialmente letal, que me colocó al borde de la muerte, por medio de un derrame del sistema nervioso central.
Descubre más desde La República Hoy
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.