La República Dominicana no tendrá participación en el próximo cónclave, el evento en el que se elegirá al sucesor del papa Francisco, tras su reciente fallecimiento. El país queda sin representación directa en este proceso clave debido a que su único cardenal, Nicolás de Jesús López Rodríguez, supera los 80 años, edad límite establecida por el Vaticano para participar con voz y voto.
La noticia fue confirmada por el director de comunicaciones del Obispado de Santo Domingo, Kennedy Rodríguez, quien explicó que, aunque López Rodríguez mantiene su condición de cardenal emérito, ya no forma parte del cuerpo elector. “En pleno cónclave, ahora mismo no vamos a tener representante allá, porque no tenemos un cardenal con la edad apropiada. El nuestro tiene más de 80 años”, señaló.
Esta situación deja al país fuera de una de las decisiones más trascendentales de la Iglesia Católica, un momento que define el futuro espiritual y administrativo de más de mil millones de fieles en todo el mundo.
Cónclave sin Dominicana, pero con más presencia latina
Pese a la ausencia dominicana, América Latina sí tendrá una presencia importante. En total, 23 cardenales de la región participarán en el cónclave, un crecimiento frente a los 19 que votaron en 2013. Esta expansión responde a la visión del papa Francisco, quien impulsó una Iglesia más representativa e inclusiva, nombrando cardenales de países tradicionalmente alejados del centro de poder eclesiástico.
Brasil liderará con siete electores, seguido por Argentina con cuatro, México con dos, y representantes de países como Perú, Colombia, Chile, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Guatemala, Nicaragua y Cuba. Sin embargo, el Caribe insular, incluyendo a República Dominicana, quedará sin voz en esta ocasión histórica.
Kennedy Rodríguez agregó que, aunque no habrá participación en el cónclave, sí se enviará una delegación dominicana al Vaticano para las ceremonias fúnebres y actos protocolares por la muerte del Papa. “Hay que esperar; viene toda la etapa de las honras fúnebres, pero más adelante irá una representación, Dios mediante, al Vaticano, como de costumbre”, explicó.
La ausencia dominicana reabre el debate sobre la necesidad de promover nuevos liderazgos eclesiásticos que puedan representar al país en los espacios más altos de la Iglesia. Por ahora, toca observar desde fuera cómo se escribe una nueva página en la historia del catolicismo.
Con Información de Diario Libre
Descubre más desde La República Hoy
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.