Fue querido por todos, dentro y fuera del terreno. Así será recordado.
“Hay jugadores que son negociados porque nadie los quiere. Dotel fue cambiado muchas veces porque siempre lo pedían”, dijo esta semana Steve Phillips, exgerente general de los Mets, en un artículo de The Athletic. La frase no puede ser más reveladora sobre lo que significó Octavio Dotel en la historia del béisbol.
Dotel, quien falleció esta semana a los 51 años en la trágica explosión en la discoteca Jet Set, deja tras de sí una huella imborrable tanto en el béisbol como en la vida de quienes lo conocieron. Su partida ha sacudido al país, y más allá del dolor, brotan las anécdotas y los recuerdos de un hombre que vivió con alegría.
El hombre detrás del lanzador
Dotel no era solo un brazo confiable en el montículo. Sus excompañeros lo describen como inteligente, competitivo, respetuoso y siempre con una sonrisa lista para iluminar cualquier clubhouse. Pocos representaron con tanta autenticidad la alegría dominicana como él.
Nacido en Santo Domingo, se convirtió en un super prospecto de los Mets de Nueva York en los años 90, tras ser firmado por Eddy Toledo. Venía de brillar con los Leones del Escogido en la Liga Dominicana, especialmente en la temporada 1998-99, cuando fue pieza clave para que los rojos alcanzaran la Serie Final.
En diciembre de 1999 fue traspasado a los Astros de Houston, equipo con el que formó un temible dúo de relevistas junto a Billy Wagner, quien este verano ingresará al Salón de la Fama. Jugó en 13 organizaciones de Grandes Ligas, un récord en su momento, y fue campeón de la Serie Mundial con los Cardenales de San Luis en 2011.
Un campeón del mundo y del corazón
El momento más glorioso de su carrera, sin embargo, quizás fue en 2013, cuando formó parte del equipo dominicano que conquistó invicto el Clásico Mundial de Béisbol. Un logro que lo consagró como héroe nacional.
Dotel no solo coleccionó salvamentos y anillos, sino también afectos. En estos días, los mensajes de excompañeros y figuras del deporte han sido unánimes: Octavio fue un hombre bueno, una energía positiva, alguien imposible de olvidar.
Al rendir homenaje a Octavio Dotel, lo hacemos también con cada una de las víctimas de esta dolorosa tragedia. Que su alegría y legado nos inspiren a honrar la vida cada día.
Con Información de Listín Diario
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