Estados Unidos y Ucrania firmaron este miércoles un acuerdo crucial para la explotación conjunta de minerales raros, un paso que busca acelerar la recuperación económica del país europeo, devastado por la guerra. Sin embargo, este pacto también refleja los nuevos términos de Washington bajo la presidencia de Donald Trump, quien ha dejado claro que su apoyo militar no es gratuito.
El anuncio fue hecho por el Departamento del Tesoro estadounidense, que confirmó el establecimiento del Fondo de Inversión para la Reconstrucción EE.UU.-Ucrania. Esta herramienta servirá como base para atraer inversión internacional a sectores clave, entre ellos, el de los minerales raros, recursos esenciales en industrias como la tecnológica, la defensa y la energía limpia.
Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, este acuerdo “es un mensaje directo a Rusia y al mundo: Estados Unidos apuesta por una Ucrania libre, próspera y soberana”. Aunque se prevé una inversión inicial significativa, la verdadera atención está puesta en el acceso estadounidense a los yacimientos ucranianos, que albergan algunos de los minerales más codiciados del planeta.
Trump impone condiciones: apoyo militar a cambio de recursos
Detrás del acuerdo hay una exigencia directa de Donald Trump. El mandatario republicano pidió acceso preferencial a los minerales raros ucranianos como forma de compensar la millonaria ayuda militar que su país ha destinado desde el inicio de la invasión rusa.
El acuerdo, que estuvo a punto de venirse abajo por desacuerdos de última hora, se firmó días después de un fuerte cruce entre Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en la Casa Blanca. La tensión crece en medio de un escenario diplomático frágil, en el que EE.UU. amenaza con retirarse de las negociaciones de paz si no hay avances concretos esta semana.
Desde Kiev, la ministra de Economía Yulia Svyrydenko confirmó la firma del pacto en la red social X: “Este fondo atraerá la inversión internacional que Ucrania necesita para salir adelante”. La rúbrica coincide con los primeros 100 días del segundo mandato de Trump, y con un nuevo intento de tregua impulsado desde Moscú.
Mientras Rusia propone pausas simbólicas de tres días, Ucrania exige una tregua real de 30 días. En ese contexto, los minerales raros se convierten en moneda de poder, reconstrucción y geopolítica.
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