Panamá.- La Defensoría del Pueblo de Panamá ha tomado medidas drásticas ante las preocupantes denuncias de presuntas violaciones sexuales perpetradas contra migrantes en la selva del Darién, en la frontera con Colombia. Según declaraciones del procurador de la Defensoría del Pueblo, Eduardo Leblanc, más de 400 informes de posibles violaciones han sido recibidos, desencadenando una investigación que involucra al Ministerio de Salud, al Ministerio de Seguridad Pública y a la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
Las acusaciones apuntan a incidentes ocurridos durante el tránsito de miles de migrantes irregulares hacia Estados Unidos. La denuncia penal presentada por Leblanc ante la Fiscalía señala la gravedad de la situación y la necesidad de actuar contra los presuntos responsables de estos delitos, que afectan principalmente a mujeres y niñas.
La Defensoría del Pueblo ha solicitado informes a las entidades mencionadas, buscando esclarecer los hechos y garantizar la protección de los derechos humanos de los migrantes. Además, se ha destacado la complejidad del flujo migratorio en la región, con más de 520,000 personas transitando por el Darién en 2023, cifra que se espera aumente a 800,000 en 2024, según alertó Unicef.
El contexto de esta crisis migratoria también ha puesto de relieve la presencia de grupos criminales en la zona, con el «Clan del Golfo» identificado como el responsable de organizar el flujo migratorio en el Darién, según el director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, Jorge Gobea.
Mientras tanto, el gobierno panameño continúa recibiendo a los migrantes en estaciones de tránsito, proporcionando asistencia médica y alimentaria antes de facilitar su paso hacia Costa Rica. Sin embargo, las denuncias de violencia y abuso sexual plantean desafíos significativos en el tratamiento de esta crisis humanitaria en la frontera.
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