La Arquidiócesis local de la Iglesia católica ha hecho un llamado urgente a unir voluntades para asegurar un exitoso año escolar, que comenzará este próximo lunes 26 de agosto, con la participación de dos millones 600 mil alumnos en todo el país. En un momento crucial para la educación nacional, la Iglesia subraya la importancia de evitar protagonismos dentro de las instituciones responsables del sistema educativo, una práctica que, según afirman, ha causado graves perjuicios a las familias más vulnerables.
En su editorial titulado «La Escuela que Soñamos», publicado en el semanario católico Camino, la Iglesia resalta la necesidad de que las relaciones entre la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y el Ministerio de Educación sean armoniosas y respetuosas. El editorial, que estará disponible en todas las parroquias del país a partir del domingo 25 de agosto, destaca que este tipo de relaciones es esencial para evitar las suspensiones constantes de docencia, que obligan a muchos padres a buscar alternativas costosas para la educación de sus hijos.
El editorial también evoca un estribillo de la infancia que dice: “A la clase, ya es hora de empezar nuestra labor, ya están haciendo la suya, las abejas en la flora”, sugiriendo que el inicio del año escolar es un rayo de esperanza para el crecimiento integral de los estudiantes, quienes serán los futuros líderes y constructores de una patria más justa y próspera.
La Iglesia valora de manera positiva la reciente postura de la ADP, que ha propuesto un gran acuerdo por la calidad educativa, así como un consenso que pueda generar un cambio significativo en el nuevo año escolar. Camino enfatiza que no se debe perder más tiempo en lograr esta transformación, especialmente considerando que otros países de la región, con presupuestos inferiores al 4% que se destina al Ministerio de Educación en la República Dominicana, han obtenido mejores resultados en términos de calidad educativa.
Finalmente, el vocero de la Iglesia católica insta a todos los sectores de la sociedad a unir voluntades para lograr el mejor año escolar en la historia del país. Señala que, con una educación de calidad, se estarán sentando las bases para un futuro prometedor, algo que es una necesidad urgente para el bienestar y el desarrollo de la nación.
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