El Tratado de Ryswick, firmado el 20 de septiembre de 1697, puso fin a la Guerra de los Nueve Años, un conflicto europeo que había comenzado en 1688. Uno de los acuerdos más significativos de este tratado fue el cambio de control de ciertos territorios coloniales en América.
En el contexto de la colonización europea en el Caribe, el tratado estableció que Francia obtendría el control de la parte occidental de la isla de Santo Domingo, que más tarde se convertiría en el país independiente de Haití. La parte oriental de la isla, que estaba bajo dominio español, continuó bajo el control de España y se conocería como Santo Domingo Español.
Este cambio territorial fue significativo en la historia colonial del Caribe, ya que Saint-Domingue se convirtió en una de las colonias más prósperas en términos de producción de azúcar y café, utilizando mano de obra esclava africana. En el año 1780, Saint-Domingue produjo alrededor del 40 % de todo el azúcar y el 60 % del café que consumía Europa.
Sin embargo, el Tratado de Ryswick no estableció una delimitación fronteriza precisa entre la parte occidental de la isla, que pasó a ser Saint-Domingue, y la parte oriental, que siguió siendo Santo Domingo Español. Esta situación dio lugar a conflictos fronterizos entre Francia y España durante los siguientes siglos, que finalmente se resolvieron con el Tratado de Aranjuez en 1777.
El nombre de Haití fue empleado para la colonia del Reino de Francia desde 1659 por sus habitantes y por los españoles desde 1697 en que fuera reconocida por España.
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