Santiago. – El asma grave ha emergido como una de las principales preocupaciones de salud pública en la República Dominicana, tanto por los altos costos que implica su tratamiento como por el significativo impacto que tiene en la calidad de vida de los pacientes. Aunque esta enfermedad afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo, los desafíos que enfrenta el país para manejarla adecuadamente son complejos y requieren de un enfoque integral para su resolución.
A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades sanitarias para mitigar el impacto de esta enfermedad, los pacientes dominicanos enfrentan obstáculos significativos, como el acceso limitado a especialistas como neumólogos o alergólogos, la escasez de medicamentos biológicos y los diagnósticos tardíos. Esta situación hace que el control adecuado de la enfermedad sea un lujo para muchos, agravando la situación de quienes ya padecen de esta afección crónica.
El comité de asma grave: un esfuerzo multidisciplinario por la salud
Para hacer frente a esta realidad, se ha creado el Comité de Asma Grave de República Dominicana, compuesto por un grupo de expertos en neumología, alergología, otorrinolaringología y otras especialidades. El objetivo del comité es sensibilizar tanto a la población como a las autoridades sobre la importancia de mejorar el acceso a tratamientos innovadores que permitan controlar eficazmente la enfermedad.
Durante un reciente foro titulado ‘Hacer que los tratamientos sean accesibles para todos’, especialistas y pacientes compartieron testimonios sobre la necesidad urgente de introducir fármacos biológicos adecuados. Estos tratamientos son fundamentales para reducir las hospitalizaciones y muertes asociadas con el asma grave. La doctora Natalia García, neumóloga y directora del comité, señaló que el 3.7% de la población asmática en República Dominicana es diagnosticada con asma grave, un porcentaje significativo que refleja la magnitud del problema. Además, destacó la importancia de contar con un enfoque multidisciplinario y un diagnóstico temprano para evitar las crisis frecuentes que pueden afectar la salud a largo plazo.
Una preocupación creciente: el mal control del asma y el riesgo de exacerbaciones
Uno de los problemas más graves que enfrentan los pacientes es el uso indebido de inhaladores de rescate (SABA), que si bien alivian de manera temporal los síntomas, no tratan la inflamación de las vías respiratorias y pueden agravar la enfermedad. El uso excesivo de estos medicamentos genera un mayor riesgo de exacerbaciones graves, lo que empeora la función pulmonar. Frente a este panorama, el comité insiste en la necesidad de promover el uso de tratamientos de mantenimiento, especialmente aquellos basados en terapias innovadoras, como los medicamentos biológicos, que pueden frenar la inflamación y prevenir los episodios agudos.
La Dra. García subraya que, para poder tratar adecuadamente el asma grave, es esencial realizar exámenes de laboratorio y pruebas de función pulmonar que ayuden al especialista a personalizar el tratamiento. Solo con un enfoque integral, basado en la evidencia científica y la colaboración entre distintas especialidades, se podrá mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir las complicaciones graves de esta enfermedad.
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