Donald Trump tiene la vista puesta en el nuevo estadio de los Washington Commanders. Según lo que reporta ESPN, el expresidente quiere que la instalación lleve su nombre, una petición que ya le habría hecho al propietario del equipo, Josh Harris, aunque todavía no se han iniciado negociaciones formales.
Este proyecto, que recibió el visto bueno del Consejo de Columbia en septiembre, tiene un costo estimado de 3,700 millones de dólares, de los cuales los Commanders se encargarán de 2,700 millones y asumirán cualquier sobrecosto. El nuevo estadio se construirá en el mismo lugar donde estuvo el Estadio RFK, que fue el hogar del equipo desde 1961 hasta 1996, un periodo en el que lograron tres títulos del Super Bowl.
En cuanto a la construcción, se espera que comience el próximo año y que el estadio esté listo para 2030. Trump planea asistir al partido entre los Commanders y los Detroit Lions en el actual Northwest Stadium en Landover, Maryland. Su presencia podría abrir la puerta a conversaciones sobre el nombre del nuevo estadio, aunque aún no hay nada oficial.
Fuentes cercanas a la Casa Blanca indican que este es el deseo del expresidente y que “probablemente sucederá”. Sin embargo, los Commanders no tendrían total autonomía sobre los derechos de nombre del estadio, lo que complica un poco el proceso.
Con esta jugada, Trump busca dejar su huella en la NFL, mientras se prepara uno de los proyectos deportivos más grandes en Washington D.C. en años recientes.
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