El eco de un nuevo conflicto diplomático
Una vez más, el tablero internacional se sacude con declaraciones del expresidente Donald Trump. Esta vez, sus palabras apuntan directo al Kremlin, amenazando con imponer aranceles del 100 % a cualquier país que comercie con Rusia si no se llega a un acuerdo de paz en 50 días. El ultimátum a Rusia no pasó desapercibido, y aunque la respuesta oficial del Kremlin ha sido medida, la tensión vuelve a escalar.
Dmitri Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin, fue el encargado de emitir las primeras reacciones desde Moscú. No descartó un pronunciamiento de Putin en los próximos días, pero dejó claro que se trata de un asunto serio. Según Peskov, estas amenazas son vistas como un estímulo más para que Ucrania continúe el conflicto, en lugar de buscar una salida diplomática.
Silencio estratégico desde Moscú
Mientras Trump lamenta no haber concretado un acuerdo de paz «hace dos meses» y advierte que la paciencia tiene fecha de caducidad, el Kremlin analiza cuidadosamente cada palabra. Peskov reiteró que Moscú sigue esperando propuestas concretas de Kiev para una tercera ronda de negociaciones directas, aunque de momento, no hay señales desde la capital ucraniana.
El exmandatario ruso Dmitri Medvédev también intervino, con su característico tono desafiante: “A Rusia no le importó”. Así describió el “ultimátum teatral” lanzado por Trump, dejando claro que Moscú no se deja presionar por amenazas económicas, vengan de donde vengan.
La amenaza de un nuevo choque económico y político entre Estados Unidos y Rusia reabre heridas sin cerrar y deja al mundo en vilo, justo cuando parecía que el diálogo podía tener una ventana.
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