El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este martes que los aranceles a China bajarán “considerablemente”, aunque descartó eliminarlos por completo.
“Es cierto que el 145 % es muy alto. No será tan alto”, expresó en rueda de prensa, al referirse a los impuestos que su país impone sobre productos chinos. “Bajará considerablemente, pero no será del 0 %. Antes era el 0 %. Nos destruyeron”, afirmó, criticando la política comercial previa con el gigante asiático.
Trump defendió que su administración busca proteger a la economía estadounidense. “China nos ha estado engañando. Esto no va a pasar”, agregó con firmeza.
Relaciones tensas, pero con diálogo abierto
Pese a sus palabras duras, Trump aseguró que mantiene una buena relación con su homólogo chino. “Vamos a ser muy buenos con China. Tenemos una gran relación con el presidente Xi Jinping. Creo que estarán contentos”, señaló.
Actualmente, China impone un 125 % de aranceles a productos estadounidenses, mientras que EE.UU. aplica un 145 % a los chinos. La Organización Mundial del Comercio (OMC) advierte que esta guerra comercial podría reducir el comercio bilateral en un 80 %, una cifra preocupante para la economía global.
Bessent anticipa un giro en la política comercial
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, reconoció que ambas naciones deberán encontrar pronto una salida a la tensión. “No tiene por qué haber un desacoplamiento, pero podría ocurrir”, dijo.
En nuevas declaraciones, Bessent describió la situación actual como un “embargo comercial” de facto. Aunque no prevé un acuerdo inmediato, sí ve posible una reducción gradual de los aranceles a China. “Ni Washington ni Pekín podrán sostener esta guerra por mucho tiempo”, advirtió.
En su opinión, la desescalada comenzará “muy pronto”, y aunque un pacto más amplio tardará, el ambiente en los mercados podría empezar a mejorar en los próximos meses.
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