Sídney.– Al menos 11 personas murieron y otras 29 resultaron heridas este domingo tras un tiroteo ocurrido en la playa de Bondi, uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Australia. El ataque se produjo mientras se celebraba un evento para conmemorar el primer día de Hanukkah, lo que llevó a las autoridades a calificar el hecho como un acto terrorista con motivaciones antisemitas.
De acuerdo con investigadores, uno de los atacantes ha sido identificado de manera preliminar, según confirmaron tres altos funcionarios de seguridad de Estados Unidos y Australia. La policía de Nueva Gales del Sur informó que la operación continúa activa y exhortó a la población a evitar la zona, mientras se desarrollan las pesquisas para determinar la magnitud y las circunstancias exactas del ataque.
Medios locales, como ABC y The Sydney Morning Herald, reportaron la presencia de múltiples tiradores y disparos continuos que provocaron escenas de pánico. Testigos aseguraron haber visto a cientos de personas huir de la playa en busca de refugio, mientras las fuerzas de seguridad acordonaban el área.
Entre las víctimas mortales fue identificado Alex Kleytman, sobreviviente del Holocausto, quien acudió a la playa junto a su esposa, Larisa Kleytman, para participar en la celebración religiosa. Ambos emigraron a Australia desde Ucrania hace décadas y llevaban casi 60 años de matrimonio. Larisa relató que escuchó fuertes detonaciones antes de ver a su esposo caer al suelo, y expresó que aún busca respuestas tras la tragedia.
En medio del caos, un hombre que logró desarmar a uno de los atacantes fue calificado como un “héroe genuino” por el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns. Videos verificados por NBC News muestran el momento en que el individuo enfrenta al agresor por la espalda, forcejea con él y logra quitarle el arma, reduciendo el peligro para quienes se encontraban cerca.
La repercusión del ataque se extendió fuera de Australia. Varias ciudades de Estados Unidos anunciaron el refuerzo de la seguridad en sinagogas y eventos judíos. En Nueva York, el alcalde Eric Adams dijo sentirse “horrorizado” por las imágenes del ataque y aseguró que, aunque no existe una amenaza creíble contra la comunidad judía local, se desplegarán recursos adicionales por precaución. Medidas similares fueron anunciadas en Miami Beach y Los Ángeles.
Líderes mundiales también expresaron su solidaridad. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, condenó el odio antisemita, mientras que los primeros ministros de Nueva Zelanda y Reino Unido enviaron condolencias a las víctimas y al pueblo australiano. Las autoridades continúan investigando un ataque que ha conmocionado a Australia y ha encendido alertas de seguridad a nivel internacional.
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