La solidaridad internacional ha comenzado a manifestarse con fuerza y empatía hacia la República Dominicana, luego de la devastadora tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, que ha dejado un saldo de al menos 124 muertos y decenas de heridos. El colapso del techo del icónico club nocturno ha sacudido no solo al país, sino también al mundo, que ha respondido con mensajes de apoyo, condolencias y esperanza.
Uno de los primeros en alzar la voz fue el papa Francisco, quien envió una carta firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. En ella, el pontífice expresó su «sentido pésame a los familiares de los fallecidos», así como su consuelo y bendición apostólica, en un gesto de cercanía espiritual con las víctimas y sus seres queridos. También animó a los rescatistas y voluntarios a continuar con perseverancia en sus labores.
Un clamor global de consuelo y apoyo
Desde Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ofreció su “apoyo” a la República Dominicana en estos momentos difíciles, asegurando que el gobierno estadounidense está “listo para asistir a nuestros aliados dominicanos”. En sus palabras, él y su esposa Jeanette están “unidos en oración” por las víctimas del trágico suceso.
La vecina Haití también se pronunció con fuerza. En un emotivo comunicado, el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé señaló: “Hoy, las lágrimas de Haití se mezclan con las de su hermana dominicana”, reafirmando la hermandad entre ambos pueblos. El Consejo Presidencial de Transición aseguró que sus corazones “laten al unísono” con los de las familias afectadas.
A nivel multilateral, el secretario general de la ONU, António Guterres, transmitió sus condolencias al gobierno dominicano, al tiempo que el presidente ruso, Vladímir Putin, hizo lo propio mediante un telegrama dirigido al presidente Luis Abinader, en el que lamentó las “numerosas víctimas”.
España y Portugal también se unieron al mensaje global de apoyo. El gobierno español acompañó “a las familias y seres queridos de las personas afectadas”, mientras que el Ministerio de Exteriores de Portugal lamentó el “terrible accidente” y envió sus “más sinceras condolencias”.
La solidaridad internacional no solo confirma la magnitud de la tragedia, sino también la cercanía de la comunidad global con el pueblo dominicano. En medio del dolor, cada gesto representa un recordatorio de que la humanidad, en su esencia, todavía es capaz de unirse en la compasión.
Con Información de El Caribe
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