¡Increíble pero cierto! San José de las Matas, una joya verde de la Sierra y símbolo del ecoturismo nacional, está al borde del colapso. El abandono institucional ha convertido a Sajoma en tierra de promesas rotas, parques fantasmas y gente que, pese a vivir rodeada de ríos, sigue sin agua en sus casas.
La denuncia la hace el periodista Luis Alfredo Collado desde su Observatorio de Prensa, y sus palabras retumban como una alerta roja: Sajoma está viviendo su propia España Boba. El retroceso no solo es real, es trágico.
Parques temáticos destruidos: de orgullo a ruinas
Arroyo Hondo, Agua Caliente y La Ventana alguna vez atrajeron visitantes, generaron empleo y pusieron a Sajoma en el mapa del turismo interno. Hoy solo quedan estructuras vacías, oxidadas, saqueadas. Una vergüenza nacional.
Y nadie da la cara. Nadie responde. Los que administraron estos espacios los dejaron morir, sin un gramo de transparencia ni mantenimiento.
Un pueblo sin agua… rodeado de agua
Paradójicamente, Sajoma abastece a Santiago y otras zonas con agua de sus ríos. Pero sus propios habitantes llevan más de cinco décadas mendigando el servicio. ¡Cincuenta años esperando un acueducto!
Y mientras tanto, tienen que comprar agua a camiones. ¿Puede haber algo más absurdo?
Hospital sin sábanas, carreteras inservibles
El hospital nuevo fue inaugurado en diciembre, pero ya se habla de falta de insumos básicos. Tanto así, que desde Nueva York se organizan colectas de sábanas —¡con advertencia de marcarlas para que no se las roben!
Las carreteras, que antes lucían como autopistas rurales modernas, hoy parecen caminos de guerra. El llamado “circuito vial de la sierra” está lleno de baches y polvo. Otro símbolo del deterioro imparable.
¿Y el gobierno? Bien, gracias
Tras la salida del poder de figuras como Gustavo Montalvo en 2020, el impulso que traía Sajoma desapareció. Las obras se paralizaron, los proyectos se enfriaron y el pueblo quedó solo, viendo cómo su avance se derrumbaba paso a paso.
Sajoma abandonado ya no es solo una frase. Es una cruda realidad. Y lo peor es que parece no importar. Un pueblo con todo para brillar, hoy se ahoga en la sombra del descuido estatal.
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