Por primera vez desde 2008, ningún jugador dominicano falló un control antidopaje.
La delegación de 155 peloteros dominicanos que participó en la temporada 2025 de las Grandes Ligas logró un resultado sin precedentes recientes: por primera vez desde 2008, y solo por segunda vez en 21 años, no se registró ningún caso de dopaje entre jugadores quisqueyanos. Un balance que marca un punto de inflexión en la relación del país con los controles antidopaje del béisbol.
Un récord que cambia la narrativa
El programa de pruebas de MLB alcanzó en 2025 su mayor despliegue histórico. La liga realizó 11,700 análisis, divididos en 9,400 de orina y 2,300 de sangre, todos procesados en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). En promedio, cada jugador fue examinado 9.7 veces entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025.
En medio de ese nivel de exigencia, los peloteros dominicanos completaron el año con pruebas limpias, mientras solo dos jugadores no quisqueyanos dieron positivo: Jurickson Profar (Bravos) y José Alvarado (Filis), cada uno suspendido por 80 partidos.
Un pasado cargado, un presente distinto
Desde que MLB instauró su programa antidopaje en 2004, los dominicanos han concentrado la mayoría de los casos. En total, 48 jugadores del país han sido sancionados, cifra que representa el 51% de los castigos en dos décadas. Sumando las suspensiones múltiples, el total asciende a 55, con varios nombres de alto perfil como Jenrry Mejía, Manny Ramírezy Robinson Canó.
El desempeño deportivo acompaña el cambio. En 2025, los jugadores dominicanos conectaron casi 800 jonrones, acumularon más de 4,000 ponches desde el montículo y generaron más de 620 millones de dólares en salarios.
Con estos resultados, pruebas limpias deja de ser una excepción y pasa a ser un mensaje contundente: el talento dominicano está respondiendo a los estándares más altos del béisbol moderno.
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