El huracán Melissa se ha debilitado a categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 169 kilómetros por hora. Aunque ya no es considerado un huracán “mayor”, continúa representando una seria amenaza para las islas del Caribe, tras más de 80 horas con fuerza intensa.
El centro del huracán se ubica a unos 72 kilómetros al noroeste de Guantánamo, Cuba, y avanza hacia el norte-noreste a una velocidad de 22 km/h. Según los pronósticos, Melissa volverá a internarse en el mar antes de dirigirse hacia las Bahamas, donde se esperan condiciones peligrosas en las próximas horas.
En Cuba, los vientos huracanados, las lluvias torrenciales y la marejada ciclónica siguen afectando amplias zonas. Las autoridades informaron que los vientos comenzarán a disminuir esta tarde, aunque las precipitaciones podrían mantenerse durante todo el día. Se estima que en el oriente cubano caerán entre 25 y 50 centímetros de lluvia, y más de 60 centímetros en las áreas montañosas, lo que podría provocar inundaciones y deslizamientos de tierra.
En las Bahamas sudorientales y centrales, se esperan hoy condiciones de huracán, con una marejada ciclónica de hasta 2,4 metros sobre el nivel habitual del suelo seco. Las lluvias podrían alcanzar acumulados de entre 125 y 250 milímetros, según los servicios meteorológicos locales.
Mientras tanto, Jamaica inicia la recuperación tras el paso del huracán Melissa. El primer ministro Andrew Holness declaró al país zona de desastre nacional, con el objetivo de mantener la estabilidad económica y evitar la especulación de precios. “Debemos proteger a los consumidores y prevenir cualquier tipo de explotación”, afirmó el mandatario.
El ministro de Gobierno Local, Desmond McKenzie, confirmó que gran parte de la infraestructura ha sufrido daños severos, especialmente en zonas rurales. Cerca de 25.000 turistas permanecen en la isla, y las autoridades aseguran que no existe motivo de alarma.
El Gobierno jamaicano habilitó un portal oficial de emergencia, donde los ciudadanos pueden reportar carreteras bloqueadas, zonas inundadas y localizar refugios cercanos.
Desde Washington, el presidente Donald Trump expresó su disposición a brindar asistencia humanitaria. “Estamos monitoreando los daños causados por el huracán Melissa y preparados para actuar”, dijo el mandatario.
En redes sociales, circulan videos impactantes desde Santiago de Cuba, donde torrentes de agua inundan las calles y los residentes intentan proteger sus pertenencias. Las autoridades locales piden mantenerse en resguardo y evitar desplazamientos innecesarios.
Aunque Melissa pierde fuerza, su paso deja un rastro de destrucción y pone a prueba la resistencia del Caribe, que enfrenta nuevamente la furia de la naturaleza.
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