Santo Domingo – El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mercado de Carbono, Max Puig, aseguró que República Dominicana debe combinar las soluciones basadas en la naturaleza para preservar las fuentes de agua y desarrollar obras de ingeniería sanitaria para su manejo adecuado, a fin de asegurar la disponibilidad futura del vital líquido, ante la amenaza del cambio climático.
Al participar en la apertura del Seminario sobre la Incidencia del Cambio Climático en la Sostenibilidad y Calidad del Agua en la República Dominicana y el Caribe, organizado por la asociación Dominicana de Ingeniería Sanitaria, Puig explicó que el agua es la “primera línea en la que se siente el impacto del cambio climático”.
“Ya es evidente que el cambio climático ocasiona lluvias más intensas y breves, causando inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y turbiedad en las aguas que consumimos. Por otro lado, las sequías son más prolongadas y severas, poniendo en riesgo nuestros sistemas de riego, la agricultura y el abastecimiento urbano”, dijo.
También explicó que el aumento de las temperaturas afecta la calidad del agua de las presas y lagos, con impactos físicos y químicos que “disminuyen la solubilidad del oxígeno y causando, con ello, estrés adicional sobre peces y organismos acuáticos fundamentales para la sanidad de esos ecosistemas”.
Además, se generan condiciones propicias para el brote de algas y cianobacterias, algunas de ellas tóxicas, que consumen el oxígeno del agua y liberan compuestos nocivos que generan zonas muertas en ríos y embalses y causando la mortandad de peces y la degradación de ecosistemas como los que ha sido necesario atender en presas como Hatillo, o en las lagunas de Cabral y Rincón”, explicó.
En ese sentido, explicó que es necesario proteger las cuencas como ya se está haciendo, en el rio Yuna, a través del proyecto Nature, People and Climate, de los Fondos de Inversión para el Clima (CIF, por sus siglas en inglés).
“Humedales y macrófitas que filtran contaminantes, restauración de bosques ribereños que regulan caudales y reducen la erosión, acuicultura integrada como la de tilapias que ayudan a controlar la calidad del agua, son algunas de las soluciones basadas en la naturaleza que ya estamos empezando a implementar”, detalló.
También explicó que la ingeniería sanitaria es la que permite construir sistemas de almacenamiento de agua, obras de regulación y riego, plantas de tratamiento de aguas residuales, microembalses, represas, bombeo eficiente y tecnologías de monitoreo en tiempo real.
“Es así como la combinación de infraestructura para el manejo, tratamiento y almacenamiento del agua, junto a la protección de las cuencas para proteger el equilibrio de los ecosistemas nos llevará por el camino correcto para enfrentar las sequías, las lluvias extremas y los ciclones tropicales, asegurando el bienestar de las personas”, dijo Puig.
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