Por Lincoln López
En esta cuarta parte transcurrida del presente siglo, las sociedades del mundo han sido profundamente influenciadas por la tecnología de la informática.
Para que el lector tenga una idea, basta mostrar un simple dato virtual: “A nivel mundial, cerca del 70% de la población total tiene acceso a Internet para este año 2025”. Estamos hablando de casi seis mil millones de personas.
Para analizar, en consecuencia, los efectos positivos y negativos —tanto los actuales como los de mediano y largo plazo— siempre es aconsejable hurgar en las causas. Para ello, es recomendable acudir a uno de los filósofos considerados entre los precursores de este tema: el francés Jean-François Lyotard (1924-1998).
La condición posmoderna (1979) es su obra cumbre. En ella analizó y caracterizó la informatización de las sociedades y la función del saber, principalmente. En el saber como mercancía, Lyotard razonó que el conocimiento deja de ser un saber en sí mismo “para convertirse en una mercancía indispensable para el desarrollo de las fuerzas productivas”. El filósofo y sociólogo también vislumbró unas nuevas sociedades —posmodernas— que entraban en la edad llamada posindustrial, incluyendo naturalmente a la cultura.
¿Cuáles serían las condiciones dadas para saber que este tipo de sociedad había nacido, según el Dr. Lyotard? Veamos: la reapertura del mercado mundial, la reanudación de una competencia económica muy viva, la desaparición de la hegemonía exclusiva del capitalismo americano, el declive de la alternativa socialista, la apertura probable del mercado chino al comercio y la presencia más desarrollada de la cibernética y la informática contenidas en los computadores y sus codificaciones, con la afinidad entre máquinas y lenguaje, con depósitos de datos y memoria.
Todas las condiciones planteadas por el catedrático de la Sorbona, en París, se han cumplido en las sociedades informatizadas de la actualidad. En el campo político también se han producido resultados gananciosos: partidos que han llegado al poder con la demagogia o el manto falso del cambio. Puro engaño.
Sin embargo, debo aclarar que lo informático no constituye el único factor; hay otros: populismo, sociedad de consumo, clientelismo…
Jean-François Lyotard propone, en lo concerniente al ámbito del conocimiento, “que la normalización, miniaturización y comercialización de los aparatos altera el trabajo de consecución, apropiación, disponibilidad y utilización del conocimiento”.
“Debemos acostumbrarnos a pensar sin moldes ni criterios. Eso es el posmodernismo”, expresó en una conferencia en Barcelona, España.
Repito: “Debemos acostumbrarnos a pensar sin moldes ni criterios. Eso es el posmodernismo.”
Eso explica el comportamiento de los votantes y el éxito electoral de algunos “irregulares” candidatos presidenciables de nuestro tiempo.
Entonces, el contexto actual no es casual… es causal.
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