1 – En la semana recién pasada, la prensa a nivel mundial trajo el titular siguiente: “Millones protestan contra Trump en las principales ciudades de EE.UU., de Europa y otras ciudades del mundo”. Convocados por el movimiento No Kings (sin reyes), millones de manifestantes han salido este sábado 18 de octubre a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos y Europa. Ellos protestan contra el autoritarismo y las políticas del presidente Donald Trump que solo favorecen a los ricos de Estados Unidos y del mundo. Además, manifiestan su rechazo a la política de odio de la administración Trump contra la América estadounidense y latinoamericana.
2 – Más de 2.700 concentraciones y manifestaciones contra Trump han sido contabilizadas en toda la geografía estadounidense. También fuera del país, en ciudades como Londres, París, Roma o Madrid. Estas fueron respaldadas por organizaciones de la sociedad civil como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la Federación de Profesores Estadounidenses, Campaña por los Derechos Humanos, Indivisible o MoveOn.
3 – Una de las manifestaciones principales ha sido la de Washington D.C., en la que el científico y presentador Bill Nye ha comparado esta movilización con las protestas pacifistas contra la Guerra de Vietnam. «Protestamos igual hoy. Solo que hoy nos jugamos más. En lugar de abandonar una guerra contra un enemigo escurridizo, a veces quizá imaginario, nos enfrentamos al posible fin de nuestra república». Bill Nye ha emplazado a los congresistas a «detener los abusos de este presidente petulante y su círculo de aduladores». «No a los tronos. No a las coronas. «No a los reyes», ha remachado Bill Nye.
4 – Otro de los oradores ha sido el senador demócrata Bernie Sanders, quien ha advertido que Trump y millonarios como Elon Musk están poniendo en peligro el autogobierno. «Es un peligro tener un presidente que quiere cada vez más y más poder en sus manos y en las manos de otros de sus oligarcas». Sanders ha criticado la militarización de las ciudades, la persecución contra inmigrantes, las intimidaciones a medios de comunicación y las venganzas contra rivales políticos por parte de Trump.
5 – Otro de los asistentes a la marcha de Washington ha sido el también senador demócrata Adam Schiff, quien ha advertido: No podemos quedarnos callados ante la creciente militarización de nuestras ciudades, los abusos del Departamento de Justicia y el desmantelamiento de la ciencia». «La gente tiene que hablar, no debemos sumarnos a la inacción y al silencio cómplice. De lo contrario, perderemos la democracia de nuestro país. El poder debe emanar del pueblo, y no de las coronas, remachó Adam Schiff.
6 – Estas protestas se han replicado en Chicago, Denver, Nueva York, San Francisco, Boston, Atlanta, Chicago, Kansas y Honolulu. No Kings (no rey) ha sido la consigna de lucha. Estas protestas se han extendido a Londres, París, Frankfurt y, en España, a Madrid, Barcelona y Málaga.
Bernie Sanders envía un mensaje a sus compatriotas
8 – Son muchos los dominicanos, supongo de baja escolaridad y con poca o ninguna formación política, que con opiniones soeces y sin ningún sentido, me atacan por mis artículos antiimperialistas. Son gente que ignora que cuando embisto contra el imperialismo norteamericano, no estoy denostando a la nación estadounidense, sino a sus élites gobernantes. Compréndase que las élites gobernantes no son los Estados Unidos. Para más claridad: si critico las políticas de Hipólito, Leonel, Danilo y Luis, y a la clase burguesa y oligárquica de República Dominicana, no estoy difamando a la República, porque ellos no son la República Dominicana. En esta contradicción me dicen que, si tanto odio a los Estados Unidos, que me vaya a vivir a Cuba, Venezuela o Nicaragua. Al tenor de ese concepto, a esos críticos les digo: para adversar a Hipólito, Leonel, Danilo y Luis y a la clase burguesa y oligárquica de la nación dominicana, no tengo porqué irme a vivir a Cuba, Venezuela o Nicaragua. De igual manera, para combatir las élites que gobiernan a los Estados Unidos, no tengo porqué irme a vivir a Cuba, Venezuela o Nicaragua.
9 – El aclarando sobre la crítica a los imperialismos emitida en los párrafos anteriores, que envuelve la tesis y antítesis, pero que en el caso de los opinadores referidos, nadan en mares desconocidos, por lo que cualquier pequeña ola los hunde y los ahoga.
10 – Las protestas referidas de millones de norteamericanos contra Trump me dan la razón cuando expreso que las élites gobernantes no son los Estados Unidos. Esos poderes fácticos no son los que están tirados en las calles contra las políticas de Trump, sino el pueblo de los Estados Unidos, entre los cuales, orgullosamente, estoy yo. Así que, en vista de esta realidad, la afirmación de que yo odio a los Estados Unidos se cae. Pues si fuera cierta la afirmación de mis detractores, el pueblo de los Estados Unidos se estaría odiando a sí mismo, por estar en las calles repudiando, igual que yo, a las élites que lo gobiernan. ¿Se entiende?
Bernie Sanders le pone la tapa al pomo con su discurso: “El sistema está podrido”.
11 – Mi amigo Bernie Sander ha pronunciado un discurso que cuando lo leo una y otra vez, me parece que es el mensaje de un hombre iluminado, de alguien profundamente humano, amante de su pueblo y de todas las naciones de este mundo. Es un discurso totalmente antiimperialista y anti oligárquico. Para más, millones de norteamericanos se adhieren al pensamiento de este Sanders, un confeso socialista. Veamos ese discurso:
12 – Hermanas y hermanos, hoy quiero hablarles desde lo más profundo de mi convicción política y moral, porque lo que estamos viviendo en Estados Unidos no es una democracia real, no es un sistema que represente a la mayoría trabajadora, a las familias que día a día se levantan temprano para trabajar y apenas pueden pagar sus cuentas. Lo que estamos viviendo es una oligarquía, un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. Y déjenme decirlo con absoluta claridad, eso es inaceptable y debe terminar.
13 – Miren a su alrededor. En el país más rico en la historia de la humanidad tenemos un sistema donde un solo hombre posee más riqueza que la mitad de los hogares de Estados Unidos. Sí, escucharon bien. Un individuo tiene más que 160 millones de personas combinadas y no se trata de un caso aislado. El 1% más rico de este país posee más riqueza que el 93% de la población restante. Esto no es democracia, esto no es justicia, esto es una obscenidad moral y política.
14 – Ahora bien, ¿qué significa esta concentración de riqueza en pocas manos? Significa salarios estancados para millones de trabajadores. Significa que las familias apenas sobreviven de cheque a cheque. Significa que en el país con la mayor economía del mundo hay padres y madres que deben elegir entre pagar la renta o llevar comida a la mesa. Significa que mientras las corporaciones multinacionales declaran ganancias récord, millones de estadounidenses se endeudan para pagar medicamentos, estudios o vivienda. Yo pregunto, ¿qué clase de sistema es este?, donde los ejecutivos de Wall Street se embolsan millones de dólares en bonos mientras los veteranos que sirvieron a nuestra nación duermen en las calles. ¿Qué clase de país permite que las grandes farmacéuticas fijen precios abusivos mientras millones de personas no pueden costear el tratamiento que necesitan para vivir?
15 – Compañeros y compañeras, este no es un sistema fallido. Este es un sistema diseñado deliberadamente para beneficiar a los de arriba y aplastar a los de abajo. Es un sistema en el que los multimillonarios financian campañas políticas, compran congresistas, influyen en leyes y luego, con una sonrisa cínica, nos dicen que vivimos en una democracia. Pues no, no vivimos en una democracia. Vivimos en un país donde el dinero ha corrompido la política hasta los cimientos y por eso estoy aquí para decirles: ya basta. Basta de un gobierno de los multimillonarios. Basta de un sistema que coloca las ganancias por encima de la gente. Basta de un modelo donde los poderosos nos dicen que no hay dinero para escuelas, para salud o para infraestructura, mientras hay cheques en blanco para guerras interminables y exenciones fiscales a los más ricos.
16 – Lo que necesitamos es un cambio sistémico, no reformas cosméticas. No basta con ajustar un par de reglas. Tenemos que transformar este país desde la raíz, devolver el poder a donde siempre debió estar, en manos del pueblo trabajador. ¿Qué significa eso en la práctica? Significa que debemos garantizar salud como un derecho humano, no como un privilegio. Significa que cada hombre, cada mujer y cada niño en este país tenga acceso a atención médica universal. Si en otros países del mundo pueden hacerlo, claro que Estados Unidos también puede. Significa que debemos subir el salario mínimo a un nivel digno. Nadie que trabaje 40 horas a la semana debería vivir en la pobreza. No es radical exigir 17 dólares la hora como base.
17 – Radical es que hoy millones de trabajadores no puedan pagar ni la renta ni la comida después de una semana completa de trabajo. Significa también que debemos enfrentar a las grandes corporaciones que han monopolizado todos los sectores, la agricultura, la energía, la banca, las telecomunicaciones.
18 – Estas corporaciones destruyen la competencia, ahogan a los pequeños negocios y concentran la riqueza en unos pocos bolsillos. Vamos a aplicar leyes antimonopolio con todo el peso, porque ningún país puede llamarse libre si está controlado por un puñado de gigantes económicos. Y significa que debemos proteger la seguridad social, no recortarla.
19 – Tenemos que garantizar jubilaciones dignas para los adultos mayores que trabajaron toda su vida. Y podemos hacerlo fácilmente. Eliminemos el techo de aportes a la seguridad social y hagamos que los multimillonarios paguen lo que les corresponde. Hermanas y hermanos, el cambio no vendrá de arriba, no lo traerán los cabilderos ni los dueños de Wall Street. El cambio vendrá de abajo, de millones de personas organizadas, de trabajadores en huelga, de estudiantes que exigen educación accesible, de familias que dicen, «Ya basta de ser olvidadas.»
20 – La historia de este país nos enseña una lección fundamental. Nunca se nos ha regalado la justicia. Siempre la hemos tenido que conquistar. Los trabajadores que lucharon por las 8 horas laborales fueron reprimidos, encarcelados y asesinados, pero su sacrificio cambió el curso de la historia. Las mujeres que lucharon por el derecho al voto fueron perseguidas, ridiculizadas, pero ganaron. Las comunidades afroamericanas que pelearon contra la segregación lo hicieron enfrentando violencia, pero lograron avances fundamentales. Hoy nos toca a nosotros continuar esa lucha. Nuestra generación tiene la responsabilidad de romper el dominio de la oligarquía y construir un país donde la dignidad humana esté por encima del dinero.
21 – Quiero que piensen en esto. La verdadera libertad no significa solo tener derecho a votar cada dos o cuatro años. La verdadera libertad significa tener una vida digna, acceso a salud, educación, vivienda, un salario justo.
22 – La verdadera libertad significa que las decisiones fundamentales de nuestra sociedad no se tomen en los despachos de Wall Street ni en los clubes de millonarios, sino en nuestras comunidades, en nuestras calles, en el Congreso elegido por el pueblo y para el pueblo. Amigos, yo no les prometo que esta lucha será fácil. Los poderosos no entregan su riqueza ni su influencia sin
resistirse. Pero les prometo que, si nos unimos, si organizamos un movimiento de millones, si gritamos con una sola voz, entonces sí podremos derrotar a la oligarquía. Sí podremos construir un país donde el poder esté en manos del pueblo trabajador. Y les digo con esperanza y con convicción, ese día llegará porque la historia siempre ha estado del lado de los que luchan por la justicia.
Muchas gracias. Bernie Sanders
Nota: Con un discurso similar se ha expresado el expresidente Bill Clinton.
“Estados Unidos está en peligro. fuerzas tenebrosas están poniendo en peligro la democracia de los Estados Unidos y llevándola por caminos de destrucción. No exagero ni dramatizo. Lo digo con la experiencia de décadas de vida pública, con la memoria de todo lo que hemos construido y con la preocupación de ver como esas bases se tambalean”. Leer el resto del discurso en el enlace siguiente:
A modo de conclusión
A – Después de asimilar las cuartillas que dan cuenta de cómo el pueblo de los Estados Unidos y de otros continentes se han unido para combatir las políticas autoritarias del presidente Donald Trump, y después de leer el discurso del socialista Bernie Sanders exponiendo los desafueros de la clase gobernante de los Estados Unidos, yo espero que mis críticos hayan comprendido que no soy un traidor a los Estados Unidos por atacar su clase gobernante, ni que tengo que irme a vivir a Cuba o Venezuela para ejercer la crítica contra la administración Trump. Si fuera así, también fueran traidores a los Estados Unidos Bernie Sanders y los millones de norteamericanos blancos y de ojos azules, que se han tirado a las calles a protestar contra el autoritarismo de Trump y de quienes le acompañan en gobernar el gran país, llamado Estados Unidos de América. Si fuera así, también ellos tendrían que irse a vivir para Cuba o Venezuela y dejarle el país a quienes ayer y hoy solo piensan en hacer más dinero a costa del sudor y lágrimas de sus congéneres.
B – Finalmente, llegamos a la conclusión, de que Trump está contra el mundo. Él se ha peleado con Dinamarca, por el asunto de la isla de Groenlandia. Se ha enemistado con Panamá, por querer recobrar el canal de Panamá. Está en pleito con Canadá por querer asimilarla como un estado más de los EE.UU. Está en pugna con todos los países europeos con los cuales sostiene una guerra de aranceles y por diferencias con la guerra en Ucrania. Por igual, tiene una guerra de aranceles contra China, Rusia, la india, Brasil, México, Colombia y contra todo país que se revela a su control. Y ni hablar de la guerra que sostiene contra Cuba, Venezuela y Nicaragua a la que ha sumado a Colombia. Y de su guerra y enemistad con Irán, Afganistán, Corea del Norte y con la mayoría de los países del África, ni se diga. Es decir, Trump está contra el mundo, por lo que el mundo está contra Trump. Es que el mundo se está revelando contra la continuación del colonialismo de los imperios. ¡Gloria a Dios, al fin la humanidad está despertando y accionando contra quienes lo quieren seguir subyugando por sécula seculorum!
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Enlaces
Millones protestan en el mundo contra Trump
https://almomento.net/1073066-2/
Bernie Sander el sistema está podrido
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