El semanario católico Camino, en su editorial de esta semana, ha expresado su esperanza de que el nuevo director de Migración, el vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, cumpla con su compromiso de erradicar el “macuteo” contra los inmigrantes ilegales haitianos en la República Dominicana. En un contexto donde la migración haitiana genera constantes debates, muchas veces cargados de pasiones que nublan la razón, el periódico hace un llamado a la reflexión.
La crisis política, social y económica que afecta al pueblo haitiano ha llevado a muchos de sus ciudadanos a buscar mejores oportunidades cruzando la frontera hacia nuestro país. Camino reconoce que el Estado dominicano tiene el derecho de regular la presencia de extranjeros, pero también subraya que la aplicación de las leyes migratorias ha estado marcada por excesos y abusos por parte de los funcionarios de la Dirección General de Migración, que han violentado los derechos fundamentales de los individuos. Estas prácticas han sido utilizadas por organismos internacionales como argumentos para condenar a la República Dominicana.
El semanario ha manifestado su esperanza de que estas injusticias se erradiquen, especialmente tras las declaraciones del nuevo director de Migración, quien al asumir su cargo afirmó: “Yo no quiero escuchar, ni ver acciones de macuteo. Yo no quiero ver camiones de Migración parados en montes haciendo transacciones con inmigrantes irregulares.” Esta postura ha despertado expectativas de un cambio positivo en la gestión migratoria.
Desde Camino, se hace un llamado al director de Migración para que sus palabras no queden en el olvido. Se espera que su gestión demuestre a la sociedad dominicana que es posible hacer cumplir las leyes sin comprometer la dignidad de aquellos que son, ante todo, hijos de Dios. En un momento tan crítico, la invitación es a hacer la diferencia y a construir un marco de respeto y justicia en el tratamiento de los inmigrantes.
La espera por un cambio efectivo en la política migratoria es una esperanza compartida por muchos, quienes anhelan un país donde la dignidad humana prevalezca sobre los prejuicios y la intolerancia.
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