Santo Domingo. – El colapso del techo en la discoteca Jet Set, ocurrido el pasado 8 de abril y que cobró la vida de 230 personas, no fue producto de un evento aislado. Según un informe técnico preliminar del ingeniero civil Piter Bonilla, la tragedia se debió a una cadena de fallos estructurales agravados por malas decisiones en la reconversión del edificio.
El edificio no estaba preparado para ser discoteca
Originalmente, el local fue diseñado para operar como cine, con una estructura pensada para soportar cargas estáticas y sin considerar las exigencias dinámicas que impone una discoteca. La falta de adecuación técnica al nuevo uso fue el primer gran error.
Sobre esa base ya vulnerable, se sumaron intervenciones peligrosas: equipos pesados instalados sobre el techo, vibraciones diarias por música de alto volumen y humedad constante que aceleró la corrosión interna.
El daño avanzó sin control
El documento indica que la estructura presentaba señales visibles de deterioro —como grietas, filtraciones y deformaciones— que nunca fueron atendidas. Esto permitió que los fallos estructurales avanzaran lentamente hasta un punto de no retorno.
El colapso comenzó con pequeñas fisuras y culminó en la rotura de vigas clave, sobre todo en la zona central del techo, que cargaba el mayor peso.
Una advertencia para todo el país
El informe cierra con una advertencia clara: adaptar edificios antiguos sin estudios estructurales puede ser mortal. Esta tragedia debe ser una lección para arquitectos, autoridades y propietarios de inmuebles.
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