Revisar los últimos 35 años de política exterior estadounidense, ayudará a entender la crisis venezolana.
Las guerras del Golfo Pérsico, Libia y Ucrania, bombardeos contra Irán y el cerco a Venezuela son operaciones del Complejo Militar Industrial y los petroleros estadounidenses.
En 1990, el emir de Kuwait, Jaber al-Ahmad al-Sabah, le vendió unos pozos petroleros a inversionistas estadounidenses. George W. Bush, hijo del entonces presidente George H.W. Bush, estaba entre ellos.
En Irak, Saddam Hussein quería esos pozos e invadió Kuwait el 2 de agosto de 1990; inmediatamente, Bush padre ordenó “liberar a Kuwait”.
Antes de retirarse, los iraquíes incendiaron los pozos petroleros: “ni pa’ mí, ni pa’ ti, ni pa’ nadie”. Las tropas estadounidenses se retiraron en enero de 1991; Hussein quedó con una cuenta pendiente.
Bush hijo ganó en 2000, invadió Irak en 2003; en 2006, ahorcaron a Hussein. “La venganza se sirve fría”, explicó Edgar Allan Poe. Los petroleros estadounidenses controlan los pozos kuwaitíes e iraquíes, pero quieren más.
Barack Obama ganó en 2008. En 2011, bombardeaban Libia; ese octubre asesinaron a Muammar al Kadhafi; también controlan el petróleo libio, pero quieren más.
En 2016, ganó Donald Trump, debía invadir Irán, pero cambió de idea. Intentó “pagarles” a los petroleros, poniendo un presidente títere en Venezuela, Juan Guaidó, fracasó; mercenarios estadounidenses fracasaron intentando asesinar al presidente Nicolás Maduro.
En 2020, ganó Joe Biden, fijándose una meta tan inmensa como su estupidez: invadir Rusia, tomar sus $75 trillones en riquezas. La guerra en Ucrania inició en 2022.
Retornó Trump en 2024, intenta “pagarles” a los petroleros con Venezuela.
Hussein fue “dictador con armas de destrucción masiva”. Kadhafi era “malo porque era malo”.
Maduro, el “dictador narcoterrorista”, como el emir kuwaití, buscando protección, negoció el petróleo venezolano con China y Rusia, que invirtieron miles de millones en Venezuela. Ellos defenderán sus inversiones, como Washington defendió las de petroleros estadounidenses en Kuwait.
Hussein estaba solo, lo ahorcaron, Maduro está bien acompañado. Trump quiere “pagarles” a los petroleros, también quiere el Premio Nobel de la Paz, que se anunciará este fin de semana.
El futuro venezolano empezará a definirse la semana próxima.
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